The Glasgow Herald – 21 Feb 1968
Contando las manos para sacar las conjeturas fuera del juego sin mucho esfuerzo
TODOS saben que a cada jugador se le reparten 13 cartas, pero ¿cuántos jugadores al jugar una mano hacen un esfuerzo para mantener este hecho claramente en su mente? Contar las manos de los oponentes no es difícil, y el pequeño esfuerzo requerido es a menudo muy gratificante y a menudo las conjeturas pueden ser eliminadas. La subasta puede ayudar a evaluar la distribución de los oponentes, pero, faltando esto, la caída de las cartas en las primeras rondas puede ser la clave.
La siguiente mano es un buen ejemplo de cómo una oportunidad para un novato puede ser transformada en una certeza por el jugador experimentado.
Nadie vul. Este dador
Este abrió la subasta de un diamante, pero Sur todavía logró alcanzar el razonable pequeño slam en espadas. Oeste salio con el cuatro de diamantes, Este ganó con el as y cambió al rey de trebol. Muchos jugadores intentarían adivinar la finesse de corazón, pero este Sur, ganó el as de trebol y falló un trebol con la dama de triunfo.
Luego jugó un pequeño triunfo al muerto y cuando Oeste descartó, ahora sabía que Este tenía tres espadas y la subasta y el juego indicaba que también tenía cinco diamantes. Otro trebol fue fallado alto y re-entró al muerto para fallar el cuarto trebol.
Cuando ambos oponentes siguieron el palo, Sur sabia que Este habia comenzado con cuatro cartas en ese palo. El declarante ahora estaba convencido que Este no tenía más que un solo corazón. Saco el último triunfo, Sur jugó el rey de corazones y siguió con el valet para hacer una finesse segura a través de Oeste.
En un reciente match importante, el contar las cartas de los oponentes finalmente condujo al declarante al camino correcto para cumplir su contrato, aunque un ligero desliz de uno de los oponentes fue de ayuda.
Todos vulnerables, dador Sur.
Oeste salió con el tres de diamantes y Sur ganó con el nueve. Sur jugó un diamante más para establecer tres bazas en ese palo y con la esperanza que Oeste podría ser tentado a atacar el palo de corazón ya que el mismo tenia un aspecto débil en el muerto. Oeste ganó con el rey y cambió al ocho de trebol. Este ganó con la dama y presentó sobre la mesa su nueve de corazon singleton. La dama de Sur perdió ante el rey de Oeste y Oeste devolvió un corazón, al as de Sur, mientras Este descartaba un trebol. El declarante ahora sabia que Oeste tenia cinco corazones… pero el declarante también tenía otras pistas.
Como seguramente la vuelta de un trébol hubiera sido más atractiva que la vuelta de un corazón. La conclusión razonable era que Oeste no tenía un segundo trebol para jugar. El declarante decidió que Oeste tenia cinco corazones, cuatro diamantes, un trebol, y por lo tanto solamente tres espadas. En consecuencia jugó una espada pequeña a la dama y cuando ganó la baza, jugó otra espada al as y siguió con el cuatro de espadas, viendo caer con éxito el rey de Oeste y estableciendo el valet de espadas.
Si Oeste hubiera jugado el rey cuando se jugó la espada y devuelto un diamante las comunicaciones del declarante se cortan pero él todavía hace nueve bazas apretando a Este en trebol y espadas.