Times Daily – 19 Oct 1982
Oeste dador; Ambos Vulnerable
Salida — K
Se dice que un buen declarante juega como si él viera a través de la parte posterior de las cartas. Un poco exagerado, tal vez, pero a un buen declarante le va bien en el largo plazo, porque razona bien – y no porque él tiene poderes mágicos más allá del alcance de la gente común. Veamos esta mano en donde Sur está tratando con todas sus fuerzas cumplir tres corazones miserables.
Oeste comienza con K-Q-J de diamante. Este juega 8-2-7 en ese orden y cambia al 2.
Es claro que si Este tiene AQ no hace ninguna diferencia si el declarante juega el valet o el rey del muerto. El contrato se va abajo en cualquiera de los casos.
También está claro que si Oeste tiene el as, el rey es la jugada correcta, y si Oeste tiene la dama, el valet es la jugada correcta.
¿Cómo resuelve Sur este problema? Superficialmente, parece que la carta a jugar es un cara o cruz, pero es en este punto que el declarante aporta su mirada analítica al juego.
Él ve que no puede hacer el contrato, haga lo que haga, si la finesse de triunfo que planea hacer falla. Por lo tanto, Sur asigna mentalmente el rey de corazones a Oeste. Suponer lo contrario sería aceptar la derrota. El declarante entonces se dice a sí mismo que si Oeste tenia KQJ de diamantes, así como el rey de corazones y el as de espadas, sin duda siendo el dador, hubiera abierto la subasta.
Por lo tanto, razona Sur «, me veo obligado a suponer que Oeste no tiene el as de espadas y que Este debe tenerlo. Por lo tanto, juega la jota de espadas del muerto en la baza cuatro y finalmente hace el contrato.