Primera parte: Un Extracto de The Theory of Opening Lead por Krzysztof Martens
Puede lograrse un Alto nivel de salidas sólo por medio de un claro y simple pensamiento lógico. H. Kelsey
La salida es la parte menos querida del bridge. Esta es la consecuencia de un triste hecho: la mayoría de los jugadores salen mal. Y aunque somos capaces de tolerar o incluso llegar a que nos gusten ciertas deficiencias de nuestro carácter, la aceptación de las debilidades intelectuales va en contra de la naturaleza humana. De ahí la aversión al juego defensivo, observable en cada etapa del desarrollo del bridge. Los buenos jugadores salen mejor que los jugadores débiles, pero el nivel de salidas siempre está a la zaga del juego del declarante o de las habilidades para subastar. Por lo tanto, es común que muchos jugadores traten las manos en las que defienden con cierta impaciencia.
Una vez reunidos todos los datos disponibles sobre el significado de la subasta, debemos centrarnos en dos preguntas clave, la segunda de las cuales es una consecuencia lógica de la primera. Deberíamos:
– Imaginar las manos típicas del declarante y el muerto.
– Inventar una hipótesis sobre cómo, en términos generales, el carteo procederá. Tal hipótesis puede formularse de la siguiente manera:
– el declarante tratará de fallar su segundo palo en el muerto; o
– el declarante intentará sacar triunfos y establecer el palo largo del muerto; o
– al carecer de otras opciones, el declarante se verá obligado a buscar bazas de honor en todos los palos; o incluso
– desafortunadamente, debido a la falta de información, no podemos predecir el plan de juego del declarante.
– Si somos capaces de al menos provisionalmente determinar las intenciones del declarante, evidentemente, estaremos mejor preparados para luchar contra ellas.
Es muy probable que el declarante intente fallar espadas en el muerto. Esto sugiere una salida a triunfo.
Las intenciones del declarante son igualmente fáciles de adivinar. Después de sacar triunfos, intentará usar los diamantes largos del muerto. Parece necesario atacar el trebol o incluso el corazón, mientras que la salida a triunfo, aparentemente seria útil para el declarante, o sea un grave error.
El declarante va a usar todos los palos como fuente de bazas, así que debemos salir pasivamente.
Un problema de vital importancia es la elección de una estrategia defensiva: pasiva o activa. La defensa activa consiste en establecer y cobrar sus bazas. El objetivo de la defensa pasiva es no dejar que el declarante haga el número declarado de bazas. Ambos métodos comparten el mismo propósito. Cada vez que estemos con la salida debemos decidir si declarante posee el número suficiente de bazas. Actuando sobre la hipótesis que él las tiene, elegimos la defensa activa. Es imprescindible en tal situación cobrar nuestras bazas de inmediato, incluso si, a primera vista, estamos perdiendo algo.
Suponiendo, por el contrario, que el declarante esta corto en sus bazas, defendemos pasivamente, para evitar apoyarlo con bazas adicionales. El siguiente paso en nuestro análisis de salidas es la estimación de las posibilidades de hacer el contrato. Esto debe incluir:
- nivel del contrato;
- tipo de contrato (palo o NT);
- la fuerza combinada de los oponentes
- características de las manos de los oponentes (balanceada o no balanceada, tiene buenos palos largos, etc.);
- favorable o desfavorable – desde el punto de vista del declarante – división de los palos y localización de los honores.
El análisis de arriba nos permitirá dividir todos los contratos en cuatro grupos:
- livianos, donde la fuerza combinada de los oponentes está por debajo de la fuerza media requerida para el contrato del nivel dado. Estos contratos, a menos que sean totalmente desesperanzados, se basan en algunas características compensatorias de las manos de los oponentes:
- con suficiente fuerza;
- con fuerza combinada por arriba del promedio requerido;
- con fuerza combinada no especificada.
Claramente, a este contrato le faltan suficientes PH.
Aqui la fuerza combinada mas o menos se corresponde con el nivel y tipo de contrato.
Mucha fuerza extra, al menos 29 PH entre ambos oponentes.
La fuerza combinada no se ha especificado, esta entre los 23 y los 31 PH.
Clasificar el contrato como perteneciente a una de las categorías anteriores tiene una influencia significativa en la estrategia de la salida. Esto es porque:
- los contratos livianos usualmente se pueden cumplir con distribuciones favorables;
- los contratos con fuerza adecuada requieren de al menos distribuciones promedio;
- los contratos con fuerza extra solo pueden ser derrotados si la distribucion es evidentemente desfavorable para el declarante.
Finalmente, al considerar la salida debemos tomar en cuenta nuestra mano real. Aquí primero debemos analizar la distribución de los PH para determinar el potencial de nuestro compañero.
(40 PH) – (la fuerza combinada de los oponentes (desde-hasta)) – (nuestra fuerza, (desde-hasta)) = (fuerza del partner, (desde-hasta)).
En términos generales, cuanto más fuerte es nuestra mano y más débil la de nuestro partner, más conveniente es salir de forma segura y pasiva. A la inversa, siendo uno mucho más débil que la pareja, podemos salir audazmente, activamente.
Al seleccionar el palo de salida es necesario tener en cuenta la probabilidad de establecer o perder una baza (o bazas) en el palo. Es importante destacar que también debe evaluarse si es posible, si la pérdida de baza/s afectará el resultado de la mano. Hay manos donde el número de bazas que pueden ser hechas por ambos lados excede trece.
Antes de pasar a ejemplos específicos, vamos a resumir los factores que intervienen en la elección de la salida:
- Análisis de la subasta, haciendo uso de todas las pistas disponibles (incluidas las negativas).
- Imaginar la foto de la mano del muerto y del declarante.
- Anticipar el plan del declarante y, en consecuencia, definir nuestros propios objetivos.
- Evaluación de las posibilidades de hacer el contrato en vista de las distribuciones favorables o desfavorables y la localización de los honores.
- Determinando la fuerza de las cuatro manos y, como consecuencia, nuestras posibilidades de establecer o perder una baza en el palo que estamos contemplando salir.
Las conclusiones extraídas de todas estas consideraciones se utilizarán de forma selectiva, en algunos casos sólo algunas de ellas tendrán un significado real. Por ejemplo, en una mano donde los oponentes llegan a su contrato después de una subasta extremadamente intrincada, abundando en información detallada sobre su distribucion, su distribución de honores, etc., estaremos más interesados en los puntos 1, 2 y 3 anteriores. Si, por el contrario, la subasta fue corta y no demasiado reveladora, prestaremos más atención a los puntos 4 y 5, reconociendo los tres primeros con sólo una breve declaración, resultado más de nuestra experiencia que del análisis.