Editorial del Boletin del IBPA: Octubre 2012

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John Carruthers
John Carruthers

Editorial

Las organizaciones del bridge proporcionan una fuente interminable de material para las editoriales. Alguien que nunca es un rezagado al respecto es la ACBL, la organización paraguas para los clubes de bridge en Norteamérica. A través de los años, la ACBL ha producido algunas al menos cuestionables decisiones administrativas, algunas para las mesas y otras lejos de ellas. Un par de ejemplos de esto son:

(I.)          por años, la ACBL legisló que una dos débil debe estar en la gama de 6-12 PH;

(II.)             aun en esos raros acontecimientos en los cuales se permite la multi dos diamantes, sus autores debe proveer a sus adversarios las defensas aprobadas y publicadas por la ACBL.

Sin embargo, estas defensas no se ponen a disposición de los jugadores en el torneo – deben ser adquiridas de antemano. 

Otras de estas decisiones administrativas y que realmente necesita atención, concierne a los empleados de la ACBL que tratan con jugadores: niños y/o jóvenes. La política de la ACBL es examinar a todos los nuevos y recientes empleados que tengan trato con gente joven. Mientras que esto es loable, no va lo suficientemente lejos – los empleados con tres o más años de servicio están exentos de la investigación. Sin embargo, como se ha probado en varias ocasiones en otras

arenas, tres años de servicio no son ninguna garantía de un expediente limpio en la policía. Como consecuencia del escándalo de abuso sexual en el estado de Penn (en cuál un auxiliar de un coach de futbol americano en varias ocasiones y por décadas, abuso de hombres jóvenes, cualquier organización que tome una posición del tipo avestruz como la de la ACBL puede tener problemas. Debemos proteger a nuestra gente joven y hacer una búsqueda en los archivos de la policía para todos los adultos que tengan cualquier contacto con los jóvenes es un buen lugar para comenzar. Obviamente que una búsqueda en los archivos de la policía no va a atrapar gente sin antecedentes pero es mejor que el acercamiento actual.

Una segunda decisión política cuestionable se refiere a la gente a la que se le pide que atienda a una audiencia de conducta y ética en la ACBL. A pesar de ser acusados de una cierta fechoría, y aunque no tienen prohibido una representación en la audiencia, a estas pobres almas se les niegan el derecho de ser representados por un abogado adentro del cuarto de la audiencia. Pueden traer a un abogado con ellos, pero el abogado debe permanecer fuera del cuarto de la audiencia. El efecto de esto es doble: en primer lugar, se le niega al acusado uno de sus derechos fundamentales bajo la ley; en segundo lugar, da ventaja en la audiencia al acusado que tiene una familiaridad con la ley. Esto parece equivocado y obstinado en ambos casos. Tristemente, la Federación Canadiense de Bridge también ha adoptado este acercamiento draconiano.