Pittsburgh Post-Gazette – 12 May 1950
Salida: Q
Una Jugada de Seguridad poco frecuente fue desarrollada en la mano de hoy, jugada en un torneo reciente. El contrato de slam se alcanzó bastante rápido. La mano de Norte en apoyo al palo de corazon valía 16 puntos.
Sur sabía que había valores suficientes para el Slam, pero con el fin de averiguar la posibilidad de que Norte tuviera dos perdedoras inmediatas de diamante, chequeo los ases. Note que por su fallo de espadas descartó el 4NT y comenzó a mostrar sus los controles.
Cuando Norte mostró control de diamante, Sur se sintió seguro. Sur estaba ansioso, si era posible, por hacer una sobre-baza, pero su afán de alcanzar el máximo no le impidió tomar medidas de precaución para la seguridad del propio contrato, lo que hizo de una manera ordenada.
La salida fue la Q y el declarante vio que el contrato estaba casi seguro, salvo la remota posibilidad de perder dos bazas de diamante. Contra tal contingencia, se dispuso a protegerse a sí mismo. Ganó en el muerto y jugó el rey de espadas, con la esperanza de que pusieran el as, pero cuando no se presentó, falló. Siguió un triunfo al muerto y fallo otra espada. Regresó al muerto sacando el último triunfo y luego siguió con el as y otro trebol, que fallo en el muerto. A continuación, fallo la última espada y así elimino los palos negros, quedándole un solo triunfo en cada mano.
Ahora había una oportunidad para el grand slam si podía atrapar ambos honores de diamante. Por lo tanto, salio jugando la dama de diamantes. Si Oeste cubría, el declarante pretendía ganar, y hacer la finesse al nueve en el camino de regreso. Esto se conoce comúnmente como la finesse de «ida y vuelta». Si en el segundo diamante Este descartaba, el declarante pretendía aflojar la baza y Oeste quedaba puesto en mano. Sin embargo, Oeste no cubrió, y la dama gano la baza, Este jugo el ocho.
Continuo la jota de diamante y esta vez Oeste cubrió. Hubo una ligera tentación de cubrir con el as con la esperanza de ver caer el 10 de Este y poder reclamar todas las bazas. Pero el instinto de auto preservación se hizo sentir y Sur jugó bajo del muerto, permitiendo que Oeste ganara la baza. Este no pudo seguir el palo, y no había ninguna salida segura que Oeste pudiera hacer. Si el declarante con avidez hubiera puesto el as de diamantes, Oeste habría ganado dos bazas con el 10 y el siete.