Toda organización requiere de gente que la mantenga viva, en movimiento y funcionando. Las Federaciones, Clubes y/o Asociaciones de Bridge no son la diferencia.
De hecho, en mi experiencia y opinión las organizaciones de bridge parecen requerir mayor cantidad de gente que trabaje y ayude para que nuestro deporte se mantenga a flote y saludable. Muchas personas existen en la FVB con estas características pero ninguna como Eduardo Rosen.
A mediados de los años 90′ Eduardo Rosen aceptó el rol de tesorero de la Federación Venezolana de Bridge. Yo llegué a la FVB en el año 96 y desde ese momento lo conocí.
Siempre pendiente de su trabajo me impresionó en principio por lo celoso que es con los recursos y lo dedicado que es en llevar las cosas a cabo.
Pero en ese momento estaba yo en el banquillo, mirando los toros desde la barrera. Me quejaba como muchos de la falta de aire acondicionado, por ejemplo, pero no conocía los gastos que nuestra sede, alquilada, generaba.
Luego ayudé en la materialización del Campeonato Centroamericano y del Caribe y empecé a ver todo el esfuerzo que dedicaba. Así mismo presencié el empeño personal que puso en adquirir la sede propia de la FVB que ahora disfrutamos; soy testigo de las conversaciones en las que trataba de convencer a la gente de apoyar económicamente la iniciativa y podría decirse que consideraba una afrenta hacía él mismo que alguien le diera una negativa.
Alguien podría pensar que la FVB era su fuente de ingresos o algo parecido, pero nada más alejado de la realidad. La fuerza creadora y vigilante de Eduardo Rosen lo ha llevado al éxito económico y muchas personas que lo conocen y han trabajado en alguna de sus empresas pueden dar fe de ello.
A principios de la primera década de este nuevo siglo Eduardo Rosen me invitó a que jugáramos juntos. Este fue el inicio de una nueva aventura para mí y aunque no tuvimos el éxito grandioso que esperábamos, crecimos un poco juntos en el bridge y ambos llegamos a hacernos Maestros en el ranking de la FVB.
Eduardo por esta época tenía el papel de Presidente de nuestra Federación. Él creó una campaña para dar a conocer el juego y enseñarlo; y me designó a mí como Director Académico.
Trabajando con Él pude ver más de cerca su pasión personal por hacer crecer al bridge. Eduardo da clases a cualquier nivel, juega con personas que pueden aprender de él, se preocupa por ver nuevos alumnos, pasa por las oficinas gubernamentales que nos apoyan económicamente para conseguir los recursos y que nuestras selecciones puedan viajar (en especial la selección juvenil, su creación) y soluciona los problemas que se presentan en el día a día.
Todos los jóvenes que han aprendido a jugar bridge y/o viajado a representar a Venezuela pueden agradecerlo al empeño, esfuerzo y dedicación de Eduardo Rosen. Y los que aprendan de ahora en adelante tendrán también su sello de alguna manera: LaFVB ha bautizado a la Academia de Bridge con el merecido nombre de «Eduardo Rosen».
Desafortunadamente la situación política en Venezuela ha llevado de alguna manera a Eduardo a retirarse del país. Muy a su pesar (y al nuestro) debe dejar sus funciones y aunque se espera que este equipo que se queda se mantenga trabajando a su nivel sabemos que es y será extrañado en gran manera por parte de todos acá y que así mismo esperamos tenga el mismo éxito en su nueva casa!