Mate en Trece Movimientos por Paul Lukacs

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Paul Lukacs
Paul Lukacs

Paul Lukacs (1915–1982) nacido en Hungría fue un analista y compositor de problemas del «juego de la mano» de contract bridge. Algunos lo consideran «el mejor jugador de bridge fuera de la mesa», como lo definió Victor Mollo.  (Wikipedia)

El problema promedio de bridge de ninguna manera surge «listo para ser usado» de la mesa de bridge. Su construcción es más bien como la de un problema matemático. En primer lugar hay un germen, una idea. A continuación, una gran cantidad de pensamiento e imaginación, coronado por una considerable cantidad de suerte. Para ilustrar este tema, voy a presentarles un intrincado carteo «garantizado».

Robert Darvas
Robert Darvas

Supongamos que usted está jugando un contrato a espada.

Oeste sale de un corazón y de la mesa UD pone la dama de la combinación As-Dama sin riesgo porque usted ha eliminado los corazones de su mano. Yo había mantenido correspondencia sobre esta idea con mi difunto amigo R. Darvas que generó la siguiente versión (Right through the Pack: The tale of the Nine of Diamonds=  El cuento del Nueve de Diamantes):

 K 7 3
A 5 3
A Q
  J 6 5 4 3
 
 9 8 6 5 4
 K J 4 2
 9
 Q 9 2

La Subasta:

North South
 1 1
 2  Pass

La mano según fue informada por el nueve de diamantes: Oeste salio con la dama de triunfo. El declarante sagazmente aflojó en el muerto y Este tomó la baza con el As. El siguió con el clubK y Oeste, que estaba fallo a ese palo, descartó un pequeño diamante. Oeste descartó otro pequeño diamante en el clubA de Este y luego falló la tercera ronda de trebol con el 2. Oeste salió de su mano jugando el J y el rey del muerto hizo la baza, Este descartó un pequeño diamante. 

 7 
A 5 3
A Q
  J 6
 
 9 8 6
 K J 4 2
 9

El declarante jugó el clubJ del muerto y descarto el 9 de su mano. Oeste con razón se negó a fallar, continuó el ultimo triunfo del muerto. Oeste gano con el 10 y volvió un diamante. El declarante hizo la finesse a la dama con éxito y descarto dos corazones en la Q y A. Así se cumplió el contrato. Como Oeste ya no tenía más espadas ni tréboles su única otra vuelta hubiera sido un corazón hacia el KJ de Sur y otra vez se habría hecho el contrato.

Así, la defensa fue castigada por no jugar diamante antes para forzar a Sur a elegir entre la finesse de corazón y de diamante. Esta mano es sin duda ingeniosa. Sin embargo yo quería reconstruir el mismo tema en una versión más ágil y por suerte probé con la siguiente configuración:

 A 9 5 3
 5 4 2
A K 7
  A K J
 
K 8 7 6 4 2
A K J 7
 8
 6 2

Contra 6 de Sur, Oeste sale con la Q y Este descarta. Vea que clara quería hacer la idea básica.

Se cobra el A, K, el A, K (descartando un trebol), el clubA, después se falla un diamante, y se pone en mano a Oeste con un triunfo. Hasta aquí todo bien, pero simplemente se me paso por alto que al eliminar los diamantes y los tréboles se tiene casi un 100 por ciento de seguridad.

Pero no me di por vencido. Haciendo un pequeño cambio (y que cambio afortunado) llegué a las siguientes manos:

 A 9 5 3
 5 4 2
A K 
  A K J 5
 
K 8 7 6 4 2
A K J
 8
 7 4 2

El mismo contrato, salida y distribución de honores de antes. Vea que efecto milagroso fue generado por este ligero cambio. La primera baza es tomada por el as de espadas (Este descarta). Ahora cobramos el A(!!) y asumimos que Oeste sigue el palo (vamos a manejar más adelante el caso donde él descarta). La siguiente baza va al A y sigue un pequeño trebol hacia el A. Por cierto observe que las primeras cuatro bazas fueron hechas por los cuatro ases. Cobramos el K y jugamos un trebol hacia el K. Se descarta el ultimo trebol en el K y se concede una baza de triunfo a Oeste.

La vuelta de un corazón, diamante o la Q de inmediato nos da la duodécima baza. Si Oeste devuelve un pequeño trebol lo cubrimos con el Jack y si no se gana esa baza, el último trebol de Norte se afirma. Ahora volvamos a la distribución diabólica cuando Oeste falla el primer diamante y vuelve una espada («mejor» dirían los que aman los problemas).

Esto nos da un poco de información: Este originalmente comenzó con diez cartas de diamante. Vamos a tratar de descubrir sus tres cartas restantes. Cobramos el A, en él sigue el palo, de lo contrario la finesse segura de trebol resuelve nuestro problema. A continuación cobramos el A con la esperanza que Este descarte porque entonces los tréboles están divididos 3-3 (ya que Este tiene diez diamantes y tres tréboles) y el cuarto trebol puede afirmarse. Este juega un corazón y ya sabemos doce de las cartas de Este. ¿Cuál es su decimotercera carta?

Sigamos con nuestra investigación y cobramos el K. Si Este juega otro corazón ya sabemos que tenía un solo trebol y así la finesse de trebol se hace evidente. Pero, un jugador con mala suerte-Este no sigue el segundo corazón. Así que concluimos brillantemente por la ley del tercero excluido -que Este comenzó originalmente con trebol doubleton. Todavía estamos en la oscuridad acerca de la ubicación de la dama de trebol, pero ahora importa muy poco. Entramos en la mesa con una espada, cobramos el K y todos nuestros triunfos restantes llegando a la siguiente posición final de dos cartas:

  
 
 
 K J

 Q
 
 x
 

 x 
 x

 J

 2

Oeste debe mantener su Q, de modo que se queda con sólo un trebol. Este, como sabemos, tenia originalmente dos tréboles, por lo que después de cobrar el K, el Jack quedara firme.

La mano es realmente única: después de que la salida de la Q puede reclamar al menos doce bazas. Si cada carta está tan mal como podría estarlo, a continuación, cae la Q en la duodécima baza.