Source: Squeezing the Dummy; Tuesday, September 05, 2006
Una de mis historias favoritas de bridge se produjo en el Club de Bridge de San Antonio hace varios años. Yo estaba jugando un contrato contra una muy dulce, pero completamente sin idea viejecita. Yo necesitaba jugar A109 de trebol frente a Kxx sin perdedoras, así que elimine los palos laterales y la puse en mano para obligarla a jugar el palo para mí. La señora sin ningun cuidado puso la Q sobre la mesa. Por lo general, uno debe jugar que esto es de Qxx basado en la elección restringida (la defensa tiene que salir de un honor o usted no tiene la oportunidad de adivinar el palo). En este caso, sin embargo, yo estaba seguro de que esta señora tenía QJx, de otra manera que nunca hubiera salido con un honor. Jugué en consecuencia y me fui abajo! Había encontrado el juego: Q de Qxx. Cuando la felicité por su excelente jugada, ella no tenía idea de lo que yo le estaba hablando. Para ella era nada más que rutina.
Aaron Haspel, como una consecuencia desafortunada de ser un buen amigo mío, ha tenido que sufrir el escuchar docenas de veces esta triste historia. Estoy seguro de que este cuento estaba en su mente cuando, jugando contra mí, terminó en un contrato de 4 con estas cartas:
KQ53
K75
AQ6
842
AJ972
AT9
J52
Q9
En la subasta yo había hecho un doblo de saque de 1 a su izquierda y luego la subasta continuó sin competencia. En mi salida del A su RHO jugó el J, yo continué con el rey y otro trebol que él falló. Yo ya había mostrado el AK y tenía que tener el rey de diamantes por mi intervención. Aaron ahora vio que la mejor posibilidad de cumplir sería la de eliminar todo, menos los corazones, y ponerme en mano con un diamante (parece familiar?). Empezó dando dos vueltas de triunfo, todo el mundo siguió el palo. Ahora él hizo la finesse contra el rey de diamantes, cobró el as, y salió con su último diamante. Yo estaba en la mano con el rey y jugué … la dama de corazones! Pónganse en el asiento de Aarón, ¿qué hacer ahora? Antes de decidir de inmediato jugar a honores divididos en base a la historia anterior, vamos a pensar esto con un poco más de profundidad.
Hay una diferencia fundamental entre la mano de mi historia y la que Aaron estaba jugando. Aquí no hay elección restringida a la Q, suponiendo que soy un buen defensor. Como sólo he mostrado AK, K y he seguido las dos espadas, sé que el declarante ya me ha colocado con la Q por mi subasta. En consecuencia, con QJ YO DEBO jugar la dama, de lo contrario Aaron sabrá que todavía la tengo en mi mano. Esto significa que no está claro lo que el juego del porcentaje es en corazón. Para entenderlo tenemos que calcular el número de combinaciones posibles QJx (x) y valorarlo frente a la cantidad de combinaciones Qxx (x). Si tengo 3 corazones, hay 4 QJx posibles y 6 de Qxx. Si tengo 4 corazones, hay 6 QJxx posible y 4 de Qxxx! Sobre la base de las cartas de trebol y de diamante jugadas, Aaron sintió que era más probable que tuviera una 2344 o una 2335 por lo que el porcentaje era jugar a Qxx (x) si yo también siempre iba a salir con la Q con esa tenencia también. Pero lo haría?
Hemos establecido que yo debía claramente jugar la Q de QJx, (x), pero eso no es tan claro desde Qxx (x). Recuerde, no estoy mirando el 10 o el 9 en el muerto. Por lo tanto, si Aaron había comenzado con A10x de corazones yo podía salir con una carta chica y garantizar la derrota. Sólo salir con la dama sería regalar el contrato. Yo tendría que saber que Aaron tiene A109 específicamente para saber que lo correcto es salir con la Q. Sorprendentemente, debía saber eso. Si él hubiera tenido A10x de corazones su único tiro para el contrato sería encontrarme con el QJ de corazones, y asi jugar 3 rondas de corazones en lugar de 3 rondas de diamantes. Si yo tenía la QJ de corazones, me vería en la mano, obligado a salir debajo del K. Para que la linea de Aaron tuviera algún sentido, debía tener A109 específicamente.
Después de sopesar cuidadosamente estas consideraciones, Aaron jugo a honores divididos y tuvo razón. Después de felicitarlo por su buen juego, me dijo que era de rutina.
UPDATE: Ha llegado a mi conocimiento que mi matemática del número de posibles combinaciones QJx (x) estaba mal. De hecho, era perfecta si solo faltaban seis corazones, pero en realidad eran 7. Brillante! Esto significa que hay más combinaciones Qxx que QJx lo que hace la jugada de Aaron matemáticamente correcta, incluso si no pudiera leer mi distribucion.