Una anécdota verídica escrita por W. Somerset Maugham
He leído muchos libros sobre bridge, aunque no con grandes ganancias, aunque sin duda con gran interés, pero hay un asunto del que, como es natural, nunca tratan, de vez en cuando el jugador común se ve obligado a tratar con ese tema y yo, por mi parte, nunca he descubierto cómo hacerlo.
Hace muchos años, antes de la última guerra, invite a un amigo a quedarse conmigo en la Costa Azul, este amigo era un muy buen jugador. Él habría sido aún mejor jugador si no hubiera pensado que era mejor jugador de lo que realmente era.
Un día nos invitaron a almorzar en Canes y a pasar la tarde jugando al bridge.
A la vuelta, camino a casa, en el coche, mi invitado me pregunto:
«Te sentirías ofendido si digo algo acerca de tus amigos?»
«Estoy seguro que no», le contesté.
«Ellos hacen trampa», dijo.
Me eché a reír. «Por supuesto que si», le contesté. «Todos sabemos eso.»
Por un momento se quedó atónito. «¿Por qué juegas con ellos entonces?» preguntó.
«Bueno, verás,» le dije: «Me gusta jugar al bridge, y no es tan fácil conseguir con quien jugar. Me divierto observándolos. Yo juego mucho con ellos y los observo cuidadosamente, sé que me engañan, pero te juro que no puedo ver cómo lo hacen. Encuentro que le da al juego un interés peculiar «.
«Bueno, creo que no deberías haberme pedido que juegue con ellos», dijo mi amigo.
Traté de aplacarlo.
«Después de todo», le dije, «no perdimos mucho. Nos dieron martinis dobles para empezar, un almuerzo increíble con una especialmente buena botella de Borgoña blanco y brandy añejado con nuestro café. A las seis nos obsequiaron con un cóctel de champán, con el costo de todo esto en la Costa Azul, no pueden haber recobrado todo lo que gastaron, con sus ganancias de hoy».
«Pero comentaste que eran gente rica», dijo mi invitado.
«Lo son», le contesté, «mucho más ricos que tú o yo»
«Entonces, ¿por qué hacen trampa?» me preguntó.
«Porque les gusta ganar. El dinero no tiene nada que ver.»
Mi amigo nunca entendió mi punto de vista.