9 Marzo 2016 Wendover Utah/West Wendover Nevada CsbNews USA correspondent GS Jade Barrett
«Allí donde el mundo está en ciernes,
donde menos corazones duelen en desesperación,
Ahí, es donde comienza el Oeste »
Extraido de Out Where the West Begins por Arthur Chapman
Escrito en 1917, Chapman nunca había jugado bridge, evitando el trauma de que le pasen a un cuebid.
Sus cansados viajeros fueron recibidos al final del día por un gran ejemplo de la America de los ’50, Wendover Will. Wendover Will fue incluido en el Libro Guinness de los Récords (Guinness Book of Records) como «el vaquero mecánico, más grande del mundo».
El segundo dia de nuestro viaje hacia Reno, donde se empezara a jugar el 2016 North American Bridge Championships cubrió cerca de 1130 Km, o algo mas de 700 millas. Manejamos a través de una suave, pero cegadora nieve, con vientos en contra de 50 Km, sol brillante y cielos tristes – todo junto durante una hora del día.
El terreno del Oeste de Utah recuerda a la parte de arriba de una mesa, es tan nivelado que es el hogar de las salinas de Bonneville, el lugar donde los registros de velocidad en tierra se establecen y son desafiados. El Gran Lago Salado reside allí también, una inmensa masa de agua tan densa que la única manera de ahogarse es con un enorme esfuerzo. Algo así como jugar tan mal un contrato tendido que no hay manera de que se pueda cumplirlo – pero todavía se cumple.
Pasamos cerca de grandes rebaños de ganado vacuno y ovino, llanuras onduladas suaves y feroces acantilados , desiertos anchos y estrechos pasajes a través de las montañas. Nuestro viaje de hoy esta lleno de las notables diferencias de altura a lo largo de nuestra ruta – de 2175m en Wyoming a 1275m del Gran Lago Salado en Utah, antes de comenzar a subir de vuelta hacia nuestro destino. Las temperaturas se sienten dramáticamente diferentes, también. 5ºC se sienten más calientes en Utah que en Dakota del Sur debido a la diferencia de humedad. El sol calienta, pero la brisa genera escalofríos, cuando tomo los descansos para caminar con Keira; el perro.
Mis pensamientos nunca se alejan mucho del bridge, mientras manejo por la carretera, a menudo pienso en las metáforas que existen entre el juego y la vida. Cada mano es un viaje potencial a lo desconocido, aunque muchas de ellas terminan siendo como una re-experiencia de felicidades anteriores.
Y otras veces no.