The Telegraph – 31 Mar 1990
Deliberadamente dar un fallo y descarte no suele ser correcto, pero la excepción se produce cuando ya no hay ganadoras inmediatas para la defensa y puede ser un problema para el declarante recoger los triunfos.
Así que defendiendo cuatro corazones, Oeste ganó tres tréboles altos y jugó un cuarto trebol. Cuando el declarante fallo en el muerto, Este, quien anteriormente había descartado una espada, descarto el 8 de diamante. El declarante ahora perdió la posibilidad de hacer lo que debería haber sido un juego de desbloqueo estándar. Jugó el as de corazones del muerto, poniendo el siete de la mano. Cuando el corazón 10 apareció en Oeste, era obvio que habría sido mejor si hubiera jugado el nueve de corazón sobre el as… pero ya era tarde. Él jugó un corazon al nueve de corazones, aunque era crucial que la mano le quedara en el muerto. Cuando jugó el as y una espada, Este fallo y volvió la dama de corazones. El declarante ahora tuvo que jugar los diamantes desde su mano y se fue una abajo.
¡Qué diferencia hubiera sido haber hecho la jugada correcta! Si el declarante hubiera jugado el nueve de corazones bajo el as del muerto, su siguiente jugada hubiera sido el ocho de corazones del muerto, y puesto el siete de la mano. Eso le hubiera dejado mantener la mano en el muerto para que el declarante pudiera hacer la finesse con éxito una vez más. Podía luego sacar los triunfos y correr las espadas para hacer su contrato.