La magia de un Buen carteo por Jay Becker

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Kingman Daily Miner – 22 Ago 1979aa

Salida: 6

A medida que el juego progresa, el declarante aprende más acerca de cómo están repartidas las cartas, este conocimiento se puede utilizar con frecuencia para hacer un contrato que de otro modo se perdería.

Este es un caso típico; Oeste sale con el 6 contra tres sin triunfo. El resultado parece muy prometedor después que Sur gana la salida con el 10, ya que todo lo que el declarante necesita ahora es:  o bien la división normal 3-2 en diamante o el trebol 3-3. Si cualquiera de esos palos se divide favorablemente, Sur adquiere automáticamente su novena baza.

Pero cuando el declarante juega el as de diamante en la baza dos, Este inesperadamente descarta otro palo; y cuando el declarante sigue con A-K-Q de trebol, Oeste descarta un diamante en la tercera ronda.

Por un largo momento parece que Sur ha mordido más de lo que puede masticar y que no hay manera de hacer una novena baza. Sin embargo, si Sur mantiene la cabeza fría, finalmente llegara a la conclusión, que los 3NT aún están tendidos.

Él ya sabe que Oeste comenzó con exactamente cinco diamantes y dos tréboles. Sur también sabe – o por lo menos puede deducir – que Oeste, por su declaración de 1, debe tener cinco o seis espadas. En consecuencia, el declarante juega un corazón del muerto. Cuando Oeste sigue el palo con la dama, entonces es razonable concluir que la distribución original de Oeste era 5-1-5-2.

El resto del carteo es bastante fácil. El declarante juega la J del muerto, lo que permite a Oeste cobrar su A-K-9-3. Sin embargo, Oeste ahora debe salir de su mano jugando diamante desde: J-10-8, con el muerto que tiene en diamante Q-9-5 y Sur en su mano K-7-2. Independientemente del diamante que Oeste decida volver, Sur hace otras tres bazas de diamante y el contrato. Eso es todo al respecto.