Tiene que ser la noticia de bridge más extraña del año: la semana pasada, no menos de 50 policías tailandeses entraron en un club de bridge en Pattaya – una ciudad plagada de delincuencia y prostitución – y detuvieron a 32 jugadores de edad avanzada, muchos de ellos británicos. El juego está estrictamente prohibido en Tailandia, y la policía actuó por un falso aviso de que estaban jugando por dinero. Pero incluso una vez que estuvo claro que no era esa la situación, los entusiastas del bridge – que incluía a una mujer holandesa usando en bastón de 84 años de edad – fueron arrastrados a la estación de policía y acusados de quebrar una ley del año 1935 que prohíbe la posesión de más de 120 cartas al mismo tiempo. Fueron puestos en libertad a las 4 a.m. después de haber sido multados con 5.000 baht cada uno (alrededor de £ 100).
Bueno, puedo decir que jamás me ha sucedido algo tan emocionante en la mesa de bridge – aunque estoy segura que a muchos mis compañeros les hubiera gustado verme detenida en ese acto. Estuve, sin embargo, sometida a un tipo diferente de retención la última vez que visité el Portland Club de Londres. En la subasta anual de parejas del club – uno de mis eventos favoritos del año – Lou Alsop hizo un jugada de afloje/retención contra mí, para cumplir 3NT:
Mi partner salio con el 7 a mi K. Es tentador para el declarante tomar la baza: si gana la baza, se garantiza otra baza de corazon; aflojando pierde esa segunda baza. Mas aun, si los corazones estan 4–4, se va abajo aflojando. Pero Lou decidió que el 7 le era sospechoso…como si fuera una salida de Qxxxx; y como yo había abierto de una espada estaba marcada con los dos ases en los palos menores. Así que aflojo el A, y cuando yo continué, volvió a aflojar. Gano la tercera vuelta de corazon, jugó el K y cuando gane la baza …yo no tenia nada que hacer; volví un diamante; ella gano, saco de juego el A y rápidamente hizo 9 bazas.