El término «jugada de seguridad» se refiere a un numero de técnicas para superar una distribución adverso, o tal vez el sacrificio de una baza para asegurar un contrato. El término «jugada peligrosa» se encuentra con menos frecuencia en la literatura; se refiere a una maniobra que protege contra una distribución poco probable pero pierde una baza vital si la distribución de las cartas es más o menos normal. Una de las jugadas peligrosas más espectaculares de la historia se produjo en una semifinal de la Olimpiada entre Austria y Polonia. Era la tablilla final y Austria tenía una ventaja de sólo 3 IMPs, todos vulnerables, dador Norte.
Tan firme esta metido en nuestras cabezas el consejo de «encontrar un fit en un mayor 4-4» que nadie se sorprendió particularmente cuando ambas parejas Norte-Sur alcanzaron el contrato de cuatro corazones, que no tenia ninguna esperanza, en vez de tres sin triunfo, que estaba tendido.
Este en ambas mesas doblo los cuatro corazones, y cuando Polonia era Norte-Sur el juego fue perfectamente normal. Con el declarante Norte, Este cobró su rey de corazones para ver el muerto; lo que vio allí lo animó a cobrar los ases de espadas y trébol, y a continuación tratar de darle a su pareja un fallo de trébol. Eso no funcionó, pero pronto su as de triunfo hizo otra baza y Austria anotó más 200. Era imposible imaginar un mejor resultado para Polonia en la mesa donde Austria estaba sentado en Norte-Sur, pero el carteo allí fue dolorosamente lento y todo el mundo tuvo que sentarse y esperar casi una hora antes de poder comparar el resultado de la ultima mano.
Cuando la ultima tablilla apareció en la mesa, fue recibida con una incredulidad absoluta, aunque de pronto se convirtió en alegría para Polonia y en miseria para Austria. Una subasta convencional convirtió a Sur en el declarante de cuatro corazones, lo que no impidió que Este doblara.
Oeste salió con un trébol, y Este ganó con el as, cobró el as de espadas, y dio una segunda ronda del mismo palo. El declarante fallo con el siete de corazones, para protegerse contra la posibilidad remota de que Este tuviera seis espadas y el ocho de corazones. Esto no fue fatal, y enseguida atacó los triunfos, jugando el diez de corazones para el rey de Este.
Este jugó otra espada, y el declarante fallo con la dama. Eso si fue fatal – una segunda ronda de triunfos fue al nueve y el as, y una cuarta ronda de espadas fue fallada por Oeste. 500 y 7 IMPs para Polonia.
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