Septiembre 18, 2006
Lea cómo Eddie describe lo que él vivió en la mesa durante la mano Click Aqui
En la columna del sábado pasado, dos declarantes tenían que jugar un palo de corazón de Q-9-5 frente a A-J-8-4-2 para no perder baza. Cuando jugaron el cinco desde el muerto, el siguiente jugador puso el rey. El declarante irlandés decidió que se trataba de un singleton. Así que ganó con su as y jugó un corazón al nueve, ubicando 10-7-6-3 a su izquierda. Pero el declarante francés estaba seguro que si el jugador a su derecha había comenzado con el doubleton rey-diez de corazon, podía haber jugado una «carta falsa» jugando el rey. Y sabiendo que el K-10 doubleton era más probable que el rey singleton, jugó un corazón a la dama del muerto y se fue una abajo.
Esa mano me hizo recordar otra: la mano No. 92 de la final de 96-tablillas de la Bermuda Bowl de 1975, entre Italia y USA. Cuando esta mano fue jugada, Italia ganaba el match por 196 IMPs a 183.
La subasta dada fue ejecutada por los italianos Benito Garozzo (Norte) y Giorgio Belladonna. La apertura de dos tréboles era natural, pero limitada a 15 puntos en cartas altas. Dos diamantes era una investigación artificial, con dos espadas, tres corazones y 3NT naturales. Cuatro tréboles mostraron apoyo al palo sexto con interés de slam. Entonces la subasta se salió de los carriles. Cuando Norte saltó a siete tréboles, porque pensó que su pareja tenía al menos seis tréboles al rey.
Oeste salió con su corazón más bajo, y el declarante se horrorizó cuando vio el muerto. Él falló el corazón en la mano y jugó un triunfo, apareciendo el rey de Oeste. Si se trataba de una carta verdadera, Sur tenia que organizar un coup de triunfo, lo que requería que en la baza 12 la salida la tuviera el muerto, con Sur teniendo el valet y nueve de trebol sobre el 10-7 de Este. Pero con la distribución dada, si Sur cobraba en la baza 3 Sur la dama de trebol del muerto podía comprobar que Oeste no había jugado el rey de rey-doubleton, y entonces el contrato sería imposible de hacer, porque Este podría fallar la cuarta ronda de espadas.
Para hacer el contrato, el declarante descarta un diamante en el as de corazon en la baza 3, falla un corazon en la mano, cobra sus dos diamantes altos, finalizando en la mesa y falla otro corazon para llegar a la siguiente posición:
Ahora el declarante tiene tres bazas de espada terminando en la mano y falla la última espada en la mesa con la dama de triunfo, Este se ve obligado a sub-fallar. A continuación, la salida de cualquiera de las cartas rojas genera un coup de triunfo.
¡Qué brillante – y con que suerte – manera de hacer un grand slam y ganar un título mundial. Pero ahora tengo que ser honesto. Oeste en realidad tenía esta mano:
7 6 5 2 K 4 3 2 J 5 3 K 10
Entonces, si el declarante sigue la línea establecida de juego, él se va a abajo porque Este falla la tercera ronda de espadas.
Que fue lo que realmente sucedió en la mesa? Sentado en Oeste estaba Eddie Kantar, dos veces campeón de la Bermuda Bowl y uno de los más grandes jugadores de bridge de todos los tiempos. Él pensó que el as de trebol iba a estar a su derecha, en la mano del declarante. Cuando vio el as-dama aparecer en la mesa, se sorprendió. Aún en estado de shock, Kantar jugó su diez de trebol, no el rey, cuando Belladona jugo un trebol bajo en la baza 2. El declarante jugó la dama y cobró el as. Cuando el rey cayó, Belladonna se recostó en su silla con un gran suspiro de alivio.
En la otra mesa, Bobby Wolff (Norte) y Bob Hamman alcanzaron 6NT por Norte. Arturo Franco (Este) salió con un trebol chico, y Wolff ganó una baza.
Plus 2140 y menos 1460 le dio a Italia 12 IMPs. Pero si siete tréboles se hubieran ido abajo, los Estados Unidos habrían ganado 17 IMPs – una diferencia de 29 IMPs. Y el resultado final fue Italia 215, Estados Unidos 189 – una diferencia de sólo 26 IMPs.
Belladonna, que murió en 1995, era un hombre muy simpático y agradable. En el banquete final se le mostró una distribución similar a ésta y se le preguntó qué habría hecho si Kantar hubiera jugado el rey de trebol en la baza 2. Belladonna contestó que él todavía estaría en la mesa, pensando.
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