St. Petersburg Times – Feb 3, 1969
Uno de los problemas con los que se puede enfrentar si usted juega al bridge demasiado bien es que los opps a veces sospechen que Ud les miró a escondidas sus cartas. UD puede aclarar la situacion si ellos comentan algo pero ¿qué puede hacer si al finalizar las manos ellos fruncen el ceño y buscan a otras personas con quien jugar?
Cuando la mano de hoy fue jugada hace algunos años en un juego de rubber bridge en Nueva York, Sur ganó la primera baza con el as de trebol, dio tres vueltas de triunfo y cobró el rey de corazones. Hasta ahora, todo normal.
Nada raro y malo habia pasado, en la siguiente baza Sur salio jugando el dos de corazones, y Oeste siguió con el nueve. Sur pensó por un momento y luego hizo la finesse con el 10 del muerto. Este descarto un trebol chico, y Oeste apretó convulsivamente sus cartas, prácticamente enterrándolas en su pecho. Era fácil ver que Oeste sospechaba lo peor del declarante.
SIN PROBLEMAS
Sur ya no tuvo más problemas. Descartó dos espadas en el as y la dama de corazones y finalmente perdió una baza de espadas. Sabemos desde ya, que sur no espio. Su peculiar finesse aseguró el slam sin importar qué jugador tuviera la jota de corazones.
Si el jack lo tenia Oeste, como era el caso, el 10 de corazones ganaba la baza, y Sur descartaba dos espadas en el as y la dama de corazones.
Si el jack lo tenia Este, se perdia la finesse, pero en tonces el palo no estaba peor distribuido que 4-2. Sur eventualmente podría descartar tres espadas en el resto de los corazones del muerto. Si Sur no hubiera hecho la finesse de corazón se podría haberse ido abajo. Los corazones del muerto le hubieran suministrado sólo un descarte, y Sur podría haber perdido dos bazas de espadas.
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