Times Daily – 16 May 1998
Probablemente la jugada más difícil a reconocer en el bridge es el muerto invertido. Esto es principalmente porque implica hacer lo contrario de lo que un declarante normalmente hace durante el juego de un contrato a palo. En gran parte debido a esto, la inversión del muerto es a menudo pasada por alto, incluso por los mejores jugadores. Considere esta mano donde Sur está en siete corazones y Oeste sale con un diamante.
Dador Norte. Ambas partes son vulnerables.
Salida — Q
El resultado parece depender enteramente de una finesse de espada, que perdería en la mano de hoy. Pero si el declarante detecta la posibilidad de una inversión del muerto lo suficientemente temprano en la jugada, la perdedora de espada puede desaparecer.
Sur comienza por tomar el as de diamante y falla un diamante. Cobra el K-A de corazon para ver cómo se dividen los triunfos. Cuando demuestran estar 3-2, el declarante falla otro diamante, dejando el triunfo que falta aun, pendiente.
Entra al muerto con un trebol y falla el 8 con el triunfo que le queda a Sur, la dama. El declarante entonces cruza al rey de espadas y juega el Jack de corazon, extrayendo el triunfo que falta. Es en esta baza que la perdedora de espada potencial desaparece. Puesto que Sur que ya no tiene ninguno triunfo, descarta su jack de espada en el jack de corazon. El as de espadas y K-Q-J de trebol ganan luego las últimas cuatro bazas.
Al fallar tres diamantes en la mano, el declarante logra ganar seis bazas en lugar de las cinco obvias, y así termina con seis corazones, cuatro tréboles, dos espadas y un diamante para 13 bazas en total. Tengan en cuenta también que al probar los triunfos desde el principio, Sur aprendió que era seguro adoptar esta línea de juego. Si los corazones hubieran estado divididos 4-1, podría haber continuado sacando triunfos y más tarde probando la finesse de espada.
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