Ludington Daily News – 9 May 2005
Cuando evaluamos la fuerza de una mano, en un principio contamos puntos honores. Si primariamente tenemos ases y reyes, nos sentimos optimistas, pero si nuestros honores son principalmente «Q y J» tendemos a ser más cautelosos. Los palos largos son prometedores, pero el factor clave es que tan bien encaja nuestra mano con la de nuestra pareja.
Si tenemos un gran fit de triunfo, debemos subastar para arriba – los fits son fantásticos. Pero si tenemos un misfit con el partner, debemos subastar para abajo – los misfits son miserables.
Comience mirando la mano de Norte.
Su partner abre de 1, prometiendo 5 cartas en el palo. Después del paso de Oeste, que contesta?
Cuando haya decidido su voz, mudese al asiento de Sur y haga su plan para cartear 6.
Oeste sale con el K.
Hay dos maneras de evaluar la mano de Norte. Cuando usted tiene al menos un fit de nueve cartas, añada tres puntos por cada singleton (y un punto por cada doubleton o cinco por cada fallo). Eso lleva la cuenta a un total de 11 – suficiente como para hacer un salto limitado de tres corazones.
Alternativamente, cuente perdedoras. Mire sólo las tres primeras cartas de cada palo y cuente una perdedora por cualquier honor máximo faltante (A, K o Q). Aquí, usted tiene ocho perdedoras, tres espadas, dos corazones, dos diamantes y un trebol. Una mano de ocho perdedoras de libro para un salto limitado.
Sur, impulsado por el gran fit, se lanza con la Blackwood. El carteo es sencillo. Gane la baza uno, de dos vueltas de triunfo (recibiendo la mala noticia), y cobre sus tréboles altos, descartando las espadas del muerto. Usted falla su perdedora de espada en el muerto y mas tarde falla un trebol afirmando el palo. UD pierde sólo una baza de corazón.
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