1 Agosto 2015
Imagínese que usted va a un torneo de golf y se encuentra compitiendo contra Rory McIlroy; o un partido de tenis contra Roger Federer. Eso es lo maravilloso del bridge: vaya a cualquier evento internacional abierto y allí están, de cerca, las superestrellas del juego – que juegan en su contra!
Recientemente pase siete días agotadores en el Campeonato Europeo Abierto de Tromso (Noruega), jugando equipos mixtos y parejas con David Gold (llegamos a la final A de las parejas, pero luego fracasamos).
Cada vez que competiamos contra un campeón – ya sea Geir Helgemo o Sabine Auken o Philippe Cronier – Yo sentía una sensación de privilegio. Pero cuidado: demasiada reverencia puede distraerlo. Razón por la cual la mano de hoy no tiene mérito bridgistico, salvo para servir como una advertencia. Como para no terminar haciendo el ridículo, como lo hizo Sur cuando Oeste se sentó a la mesa.
Oeste era el legendario Helgemo. Sur era yo.
Niego que haya pasado! O más bien, permítanme explicarles. Unos minutos antes, Helgemo y su compañera se habían unido a nuestra mesa, y él y yo habíamos estado bromeando sobre el frío que hacía en el Círculo Polar Ártico. Entonces recogí las cartas de Sur y abrí de 1.
Pero cuando la bandeja de la subasta volvió del otro lado de la mesa, miré hacia abajo y vi que mi compañero había respondido … 1. De alguna manera yo había colocado la tarjeta verde = Paso en la bandeja.
Me volví hacia Helgemo. «Tengo un serio problema de subasta, le dije, e incluso tu no vas a poder adivinar cual es.» Decidí declarar 1 — que me pareció que era menos probable que finalizara en Pass-Pass-Pass.
David respondió 1NT, mostrando 12-14 puntos. Y yo dije 3NT.
‘Wow,’ dijo Helgemo, cuando tendí el muerto. ‘Es el mejor muerto, tendido por una mano pasadora que haya visto.’
3NT fueron derrotados con salida a corazon (5 o 5 estaban tendidos).
Pero no se puede decir que yo no haya hecho una increíble impresión.
Esta entrada también está disponible en: Inglés