The Times-News – 3 Sep 1980
Hace algunos años un jugador de duplicado (match-point) se encontró en compañía de un grupo de jugadores de rubber bridge en un crucero. Un juego de bridge en continuado se puso en marcha casi tan pronto como el barco zarpó. En el primer rubber, nuestro jugador de match-point elaboró una jugada final brillante para anotar una baza de mas. Uno de los otros jugadores comentó, «No tenemos chance contra ti, Joe. Nos vas a ganar mil puntos en sobre bazas.» Las cosas no funcionaron bastante de esa manera. Nuestro jugador de duplicado perdió partido tras partido tratando de hacer sobrebazas.
Aquí hay un ejemplo de una de sus operaciones para la sobre-baza en su peor momento. El muerto juega el 10 de corazones que gana la primera baza. Nuestro héroe vio una oportunidad de hacer seis o tal vez siete e hizo la finesse a la dama de espadas en la baza dos. Oeste tomó con su rey y jugó el cuatro diamantes. Este tomó con su valet y as y jugó un segundo corazón. Oeste fallo y en vez de dos sobre bazas de 30 puntos, chau el game y chau el rubber.
Un jugador de rubber hubiera cobrado el as de espadas en la baza dos, hubiera ido al muerto con un trebol y jugado un segundo triunfo. Oeste ganaría con su rey, pero el contrato estaría a salvo.
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