McCook Daily Gazette – 5 Oct 2006
La Novelista y guionista Rita Mae Brown afirmó: «Para que usted tenga éxito, se deben hacer sacrificios. Es mejor si los hacen los otros, pero en su defecto, tendrá que hacerlos usted mismo.»
De vez en cuando, nos sacrificamos en la mesa de bridge, sobre todo cuando estamos no vulnerables contra oponentes vulnerables. Esperamos conceder menos puntos que los que los opositores hubieran anotado por su contrato de mayor puntuación.
Cuando se hace un sacrificio, es importante tener en cuenta lo que podrían hacer los opositores, como en esta mano de un evento de parejas en Anaheim, California hace unos años.
Salida: K
El salto a 3 de Norte fue preventivo, mostrando 4 cartas de apoyo y mano débil. (Con valores invitantes a game él hubiera hecho un cue-bid de 3.) Finalmente, Oeste pasó para dejar que su partner juzgara si seguir subastando o doblar, y Este eligió penalizar.
Contra 4 dobladas. Oeste salió con el K. Los defensores hicieron tres tréboles y dos diamantes antes de jugar un tercer diamante. Sur falló, cobró su as de espada, jugó un corazón al as del muerto y a pesar de «ocho siempre, nueve casi nunca» dejo correr el valet de espada. ¿Por qué?
El doblo había dado a entender que Este debía tener la dama de espada, pero si los triunfos estaban 2-2, cuatro espadas eran un sacrificio fantasma. Norte y Sur tenían cuatro bazas: dos espadas y dos corazones. Si las espadas estaban 3-1, sin embargo, el sacrificio sería un buen negocio, con un costo de 300 por dos abajo contra 420 para cuatro corazones declarados y hechos.
Fue por eso que Sur hizo la finesse de espadas.
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