Fuente: Reading Eagle – Abril 30, 1931 por David Burnstine
A última hora de la tarde una llamada telefónica entró al Cavendish Club en Nueva York, uno de los mas famosos clubes de bridge en América.
La llamada era de una mujer, que dijo que tenía una pregunta importante y rogó que algún jugador autorizado le diera una respuesta. El jugador que convenientemente estaba mas cerca era Oswald Jacoby, que al momento se ha distinguido en muchos torneos.
Jacoby fue al teléfono y escuchó esta consulta:
«Estamos jugando bridge en mi casa y por accidente pude ver varias cartas de una de las manos de mis adversarios. Quiero preguntarle si debo avisarle sobre esas cartas a los otros jugadores?»
Jacoby respondió cortésmente y con toda la gravedad posible que ella no estaba obligada a comentar sobre las cartas y la mujer colgó rapidamente, satisfecha…habia aprendido una nueva regla del bridge.
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