El fallecido Al Sobel, durante muchos años director en Jefe de los Torneos de la American Contract Bridge League era uno de los grandes narradores de historias divertidas de bridge. Si bien muchos de los cuentos que contaba eran sin duda apócrifos, eran muy divertidos.
Aquí está uno de sus mejores cuentos. Al estaba sentado en Oeste jugando con su esposa, Helen Sobel, en un juego de rubber bridge. Los adversarios jugaban 4 espadas dobladas y redobladas. Esta es la historia en las palabras de Al.
«Derrotamos el contrato de cuatro espadas por una baza, pero lo sorprendente es que con mi mano relativamente inútil hice las cuatro bazas que consiguio nuestro lado!»
Me dejaron hacer la baza de la salida: la dama de trebol. En la baza dos decidi jugar el 10 de corazones y el declarante que no vio ninguna razón para llegar hasta el borde mas lejano de la mesa para jugar ya sea el rey o el valet, y puso el siete del muerto. Cuando Helen jugo el dos, mi 10 hizo la baza.
«Segui con el dos de trebol, y el rey de mi compañera fue cubierto con el as de Sur, que siguio jugando el rey, el as y la dama de triunfos, sacandole los tres triunfos a Helen.
Al ver que tenía que perder un diamante, decidió jugar su dos de diamantes, mi nueve ganó la baza cuando Helen jugó su seis de diamantes. Esas fueron las tres primeras bazas que ganamos. A es altura cobré el valet de trebol para la multa.»
«No hace falta decir que cortésmente le pregunté a mi compañera porque había doblado con tanta basura en su mano.
Su respuesta fue simple y sencilla: Así tendrías una buena historia que contar!»
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