Fuente: Play of the Hand: Playing Like the Hideous Hog
Confíe en los Adversarios! Parte I
No siempre tendremos una opción no perdedora. Suponga que nuevamente jugamos 4 después de esta subasta:
Aun con la salida del J, todavía tenemos una perdedora potencial de corazon, la Q. También tenemos una perdedora de diamante y dos perdedoras de trebol. Podemos tener la esperanza que Este tenga el K y jugarnos todo a la finesse de diamante. Pero, ¿tenemos una mejor oportunidad?
¿Qué hacemos con la salida de Oeste del J? Si creemos que es verdadera, Este debe tener la Q. Oeste ha salido presumiblemente de un singleton o de un doubleton encabezado por el J. Eso nos da una mejor oportunidad de hacer el contrato. Podemos ganar la primera baza con el K del muerto, planeando hacer la finesse contra la Q de Este.
Tenemos un problema, las entradas. Una vez que ganamos con el K del muerto, la única entrada al muerto que nos queda es el K. No podemos hacer nuestra finesse de corazón antes de sacar los triunfos, ya que Oeste puede fallar si la salida es desde un palo corto. Vamos a tener que planificar sacar triunfos, terminando en el muerto.
Asi que ganamos con el K, cobramos el A y la Q, y despues volvemos al muerto con el K. Cuando esto saca todos los triunfos de los defensores, con seguridad jugamos el 10 y hacemos la finesse cuando Este juega chico. Esta es la mano completa:
Cuando el 10 gana la baza, podemos repetir la finesse, jugando el 4 y haciendo la finesse con el 9. Hacemos diez bazas sin necesidad de la finesse de diamante. Tuvimos que confiar en nuestro instinto sobre la salida de Oeste, ya que nos dejamos de lado cualquier posibilidad de la finesse de diamante cuando utilizamos nuestra última entrada al muerto para hacer la finesse de corazón.
Oeste hizo una salida perfectamente razonable. Fue sólo mala suerte que ella nos dio la pista para hacer el contrato.
Continuará…
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