En los juegos de pelota el factor fundamental que hace la diferencia entre el éxito y el fracaso es el sentido del timing. Este es el secreto detrás del auge de servir, el tiro por el centro, y el cabecear la pelota que deja al arquero parado. Se necesita de una fina coordinación entre los ojos y los músculos para pegarle a la pelota en el momento preciso para así obtener un efecto máximo. Es la misma historia en el boxeo, la lucha libre, el esgrima, el atletismo, o cualquier deporte que importe nombrar –el elemento «tiempo» es de suma importancia. Este es también el caso en ámbitos bastante inconexos con el deporte, como los negocios, la política, el teatro y la especulación en el mercado de valores. El concepto de tiempo es universal y se puede aplicar a todas las formas de la actividad humana.
El Bridge no es la excepción. La fuerza del factor tiempo en el juego de las cartas se ve más claramente en los contratos a NT por que se convierten en una carrera entre el declarante y los defensores para establecer palos largos. El juego de tales manos es normalmente un asunto simple, pero la pérdida de un tempo a través de atacar el palo equivocado generalmente resulta fatal. En el otro extremo de la escala están las manos difíciles que implican jugadas de puesta en mano, coups y aprietos. En todas estas jugadas avanzadas el éxito depende de una sincronizacion exacta. Entre los dos extremos se encuentran una multitud de manos ordinarias que no son ni fáciles ni difíciles. Estas son las manos en las que el declarante o el defensor tiene un número de tareas que hacer. El orden en el que se abordan estas tareas muy a menudo decidirá el destino de la mano. Es en este rango intermedio de manos en los que se hace la mayoría de los errores de timing. Aquí un ejemplo.
Oeste sale con el 2 al 9 y el A, en la segunda baza Sur sale jugando el 10 perdiendo la finesse. Este razona que como la defensa parece no tener baza a diamante, va a necesitar dos bazas de espadas y un trebol para derrotar el contrato.
De acuerdo con ello regresa una espada chica y el 9 fuerza la dama del muerto. El declarante saca los triunfos y vuelve su atención al palo de trebol, pero era muy tarde. Oeste gana con el as de trebol y vuelve el J derrotando el contrato. A Sur le falto algo de sentido de timing.
Debería haberse dado cuenta, que no había necesidad de apresurarse con el palo de triunfo. Su primera tarea debería haber sido la de establecer los tréboles para un descarte posterior de una espada del muerto, lo que le garantizaba diez bazas incluso cuando la finesse de triunfo no saliera. Sur tuvo la suerte de que Oeste no pudo encontrar la salida a espadas, que vence el contrato de inmediato.
Cuando reciba de sus oponentes el regalo de un tempo es una lástima que lo devuelva.
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