Sarasota Herald-Tribune – Feb 10, 1968
Las defensas sofisticadas no siempre tienen éxito contra un declarante sofisticado. Jais y Trézel jugaron en el equipo francés que ganó la Olimpiada de 1960, pero hubo una mano en su match contra un equipo americano donde su sofisticación no tuvo exito.
Cuando Norte tendió el muerto, remarco, «Espero que no nos hayamos perdido el grand slam.» El otro americano, el declarante le contesto, «Conozco todo al respecto de los bonos por grand slams.»
Norte y el referee se rieron. Trezel, sentado en Oeste, se rió con ellos mientras que Jais, sentado en Este, se mantuvo en silencio y se veía muy serio. Sur entró en trance después de jugar el as de corazones y al rato pidió que jugaran el K del muerto.
Cuando Trezel descarto, Jais miro a Sur y le pregunto, «Como supiste?» Sur le contesto «Siempre juego la dama sobre el valet» y continuo cumpliendo su slam. En la otra mesa Francia también llego a los 6NT.
El francés jugo la mano de la manera clásica, después de tomar la salida de corazon, en la baza dos probo la finesse de trebol que perdió. Despumes de ganar la vuelta de corazon, jugo todos sus tréboles y espadas para tratar de contar las manos. Finalmente se equivoco con la finesse de diamante y se fue abajo.
Después del match, que Francia gano a pesar de esta mano, cuando Jais estaba aceptando felicitaciones, preguntó una vez más: «¿Cómo lo supiste?»
El estadounidense se encogió un poco de hombros, pero Jais sabía que él debía haber tenido alguna muy buena razón para jugar los diamantes antes de tener que hacerlo. Finalmente el americano se explico: la razón era que Jais estaba obviamente tratando de parecerse a un hombre con la reina de diamantes, mientras que Trézel estaba tratando de parecerse a un hombre que no la tenia, y el americano finalmente decidió creerle a los dos.
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