Lewiston Evening Journal – 1 Mar 1948
En un alto porcentaje de manos no parece haber ninguna defensa efectiva, y cuando se cumple el contrato, los defensores se consuelan entre sí aceptando que estaban indefensos. A menudo, sin embargo, las posibilidades defensivas estaban allí, aunque se requería de una visión extraordinaria para desarrollarlas. Veamos un caso típico:
Dador Norte. Ambos lados vulnerables
Sur es declarante de 4 corazones. Oeste salio con un diamante. El rey fue jugado del muerto y siguió un trebol chico a la dama blanca de Sur. Oeste ganó y devolvió un segundo diamante. Esto fue ganado en el muerto: y entonces el declarante cobró rey de trebol para Sur descartar su último diamante. El 5 de trebol fue fallado por Sur, que luego continuó con el as de espada y falló el seis de diamante del muerto. Ahora a los defensores se les dio una baza de espada, y aunque Oeste cambió al as y otro triunfo, no pudo evitar que el declarante fallase el último trebol del muerto.
Por lo tanto, la defensa hizo sólo una baza de espada, un corazón y un trebol, lo que significó que el contrato de cuatro corazones se cumplió. En la superficie no parecía que este resultado pudiera haber sido cambiado por ninguna línea de defensa, pero considere si Oeste hubiera comenzado saliendo con un triunfo y hubiera seguido jugando ese palo cuando recuperó la mano.
Sur inevitablemente hubiera terminado con una baza menos. Tres jugadas de triunfo por Oeste reducirían la mano de Sur a solo dos triunfos, y por lo tanto, Sur no hubiera podido fallar dos tréboles y un diamante, ni hubiera podido afirmar ninguna baza para que tomara el lugar del fallo perdido.
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